Diariamente, en las empresas, nos enconrtamos con incidencias, problemáticas, etc., que se repiten habitualmente y que, debido a las prisas, el día a día, la presión, o simplemente la comodidad continuamos sin solucionar, y por tanto se vuelven a repetir.
Si solamente actuamos sobre la consecuencia sin llegar a la causa, se repetirá. Podemos estar seguros.
Por mucho que reaccionemos, aunque midamos, analicemos y propongamos acciones, si no definimos el CÓMO se tienen que efectuar las actividades es difícil que todo fluya hasta el objetivo final sin incidencias.