Procedimientos a implantar para reducir el riesgo de fraude en la organización

Las empresas son víctimas de fraude en los pagos a un ritmo creciente a nivel mundial especialmente gracias a las nuevas opciones rápidas de pago electrónico.

El fraude se produce cuando una cuenta se ve comprometida por un cheque falsificado, una transacción no autorizada o una transferencia electrónica o bancaria. 

Entonces, los pagos de tesorería pueden suponer un riesgo y la mayor exposición la encontramos en los pagos a proveedores dado su elevado volumen de transacciones y a que es una tarea, a veces, descentralizada. 

Esto es especialmente cierto en grandes organizaciones con diferentes métodos para pagar a proveedores, acuerdos contractuales complejos y ubicaciones múltiples de unidades de negocio y centros de pago.

Tipos de fraude en las empresas

La mayoría de las investigaciones demuestran que los pagos fraudulentos los inician personas no empleadas por medio de:

  • Cheques falsificados, o cheques de empresa con firmas falsificadas
  • Transferencias bancarias no autorizadas o transacciones ACH
  • La intercepción y redirección de información confidencial a través de ciberataques
  • Tarjetas de contratación falsificadas o robadas
  • BEC o compromiso de correo electrónico empresarial (Business email compromise)

Esta última es una estafa sofisticada y cada vez más generalizada dirigida a empresas que trabajan con proveedores extranjeros y empresas que ejecutan regularmente transferencias bancarias. 

Los estafadores de BEC utilizan correos electrónicos de empresas importantes para enviar instrucciones de pago, aparentemente válidas, que dirigen las transferencias no autorizadas de fondos.

Por supuesto, también los empleados internos pueden cometer fraude. 

Por ejemplo, un empleado de Cuentas a Pagar puede emitir cheques a beneficiarios citiosos y enviarlos por correo electrónico dónde son cobrados o transferidos rápidamente a una cuenta offshore.  

Como minimizar el riesgo de fraude

Hemos identificado diferentes enfoques que pueden ayudar a minimizar el riesgo de fraude:

  1. Políticas y reglas de pago complejas y exigibles
  2. Procedimientos incrustados de prevención y detección de fraudes
  3. Procesos de pagos automatizados/digitalizados
  4. Pagos consolidados mínimos
  5. Educación obligatoria para los empleados sobre detección y prevención de fraudes

Autor: Alvar Vilallonga

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *