La gestión empresarial, aunque esté verdaderamente organizada, siempre se va a topar con dos realidades: resultados previstos y, de repente, elementos imprevistos. Y lo primero que debemos hacer es ser realistas y conscientes de que, por mucho que nos preocupemos de absolutamente todas las variables, es probable que debamos ocuparnos de sucesos no esperados.
Todo gestor profesionalizado o Gerente es conocedor de que lo que creemos tener bajo control puede fallar y será su función la de tener correctamente planificada una estrategia de acción en el desafortunado caso de que eso suceda.
La primera respuesta: la preocupación
Sí, es normal que esa sensación de nerviosismo e incertidumbre nos envuelva en un primer momento, pero lo que no debemos permitir es que esta preocupación tome el control de nuestras decisiones. Es decir, que estos sentimientos irracionales nos hagan perder una visión objetiva sobre las posibles causas que nos han llevado al error y de las soluciones que tenemos en nuestras manos para salir de ahí.
Será entonces el momento de cambiar el chip, y ocuparse. Para ello es imprescindible tener un pensamiento analítico y dejarte muchas veces asesorar por externos al problema.
El punto de inflexión: ocuparse
Será el momento de adoptemos una proyección emocional positiva, tomar la iniciativa y liderar el cambio de rumbo que nuestra empresa necesita. En el fondo, si relativizamos, veremos que la situación ya se ha producido y esa realidad no va arreglarse sola. Por lo tanto, debemos buscar soluciones inmediatamente.
Algunos consejos para tu organización
Desde Pro Optim te traemos algunos tips para evitar, dentro de lo posible, imprevistos. Te aportamos estas soluciones preventivas inspirándonos en algunos de los errores comunes que cometen muchas empresas y que tienen fácil remedio
- No digas a todo que sí: es ilógico asumir cantidades de producción que no vamos a poder asimilar, ya sea por espacio, por tecnología, por capacidad de transporte, caducidad de producto… Así que realiza un correcto estudio de tus capacidades y decide entonces si debes invertir en mejoras que te permitan esa subida de escalón o si, por lo contrario, no te va a valer la pena porque la demanda no va a poder compensar dicha inversión.
- Reserva tiempo para imprevistos en tu planificación: sabiendo que no vas a poder prever absolutamente todo. En este enlace encontrarás más información que trata específicamente este caso
– Ten claro qué es lo importante: parece obvio pero no todo el mundo es consciente de lo importante que es saber jerarquizar nuestras tareas, no por orden de llegada sino de relevancia.
Pasos para minimizar lo imprevisto
Finalmente, te explicamos los que son los pasos esenciales para abordar una situación de este tipo:
- Iniciar un caso y darlo a conocer en la empresa para conseguir sinergias
- Recopilar datos e investigar los hechos de forma conjunta
- Determinar las causas y analizar alternativas
- Evaluar los riesgos
- Procesos de Gestión de Cambios (MOC) para poner a prueba las soluciones
El mejor proceso para minimizar los imprevistos es implantar un Sistema de Mejora Continua, donde cada día se analicen las cosas que no han ido bien para poner solución y sobretodo acciones para minimizar el fallo o bien reducir totalmente la causa de dicha incidencia.